Recomendaciones para anteojos recetados
Nota
En esta nota, vamos a mencionar algunos tips que ofrecemos a la hora de fabricar anteojos recetados monofocales, ya sean para su uso continuo en casos de miopía, hipermetropía o astigmatismo, o para situaciones ocasionales, como la lectura.
Es importante destacar que cada paciente es único, lo que nos lleva a abordar cada caso de manera personalizada. A pesar de esta variabilidad, en esta nota, presentamos un resumen de las recomendaciones generales.
Recomendaciones para pacientes con miopía
Los pacientes miopes tienen dificultades para ver objetos lejanos y sus recetas suelen contener dioptrías negativas. Esto significa que las lentes son más delgadas en el centro y más gruesas en los bordes, con un mayor espesor a medida que aumenta la corrección. En estos casos, consideramos lo siguiente:
- Para aquellos con miopía significativa, es preferible optar por anteojos con monturas pequeñas. Sin embargo, si el paciente prefiere monturas más grandes, podemos recomendar lentes con índices más altos para reducir el grosor y mejorar la calidad óptica.
- Para quienes usan gafas de manera permanente, sugerimos tratamientos antirreflejo, filtros de protección de luz azul o lentes fotosensibles, ideales para quienes pasan mucho tiempo al aire libre. Las lentes fotocromáticas se oscurecen al sol y se aclaran en interiores.
Recomendaciones para pacientes con hipermetropía
A diferencia de las lentes para la miopía, las lentes hipermetropes son más gruesas en el centro y más delgadas en los bordes, lo que se asemeja a la estructura de una lupa. La hipermetropía afecta la visión de cerca, mientras que la visión de lejos suele ser buena. En estos casos:
- Para pacientes con hipermetropía significativa, recomendamos monturas más grandes, ya que esto reducirá el grosor en los bordes.
- También sugerimos el uso de lentes ultradelgados para una mejor calidad visual.
- Estas lentes suelen utilizarse ocasionalmente, como para trabajos de oficina, y en tales casos, se recomiendan lentes con recubrimiento antirreflejo o lentes con filtros de luz azul.
Lentes para el astigmatismo
El astigmatismo puede provocar fatiga ocular, irritación y dolores de cabeza, además de dificultades para percibir los bordes de objetos distantes. A diferencia de la miopía o la hipermetropía, el astigmatismo tiende a mantenerse estable, a menos que se someta a una intervención quirúrgica que altere la córnea.
Para abordar el astigmatismo, es crucial contar con la precisión del oftalmólogo al prescribir y del profesional óptico al ensamblar las lentes. La corrección del astigmatismo puede agregar grosor a las lentes, y este grosor dependerá de factores como el centrado óptico, el tipo de astigmatismo y el eje. En función de estas variables, se realizan recomendaciones sobre el tamaño y la forma de la montura, así como el material y el índice de los cristales.
Es importante destacar que, en muchos casos, el astigmatismo se combina con miopía o hipermetropía, por lo que se aplicarían las mismas recomendaciones mencionadas anteriormente.
En cuanto a los precios de las lentes monofocales para miopía, hipermetropía y astigmatismo, los lentes de stock con correcciones típicas suelen tener precios más económicos. Sin embargo, los precios pueden variar según la prescripción médica y los tratamientos adicionales requeridos.
Lentes para la presbicia
La presbicia afecta a las personas a medida que envejecen, a partir de los 40-45 años, y se caracteriza por una pérdida de la flexibilidad del cristalino, lo que dificulta la visión de cerca. Las lentes para la presbicia son similares a las de la hipermetropía y se recomiendan monturas medianas a pequeñas para mayor versatilidad al enfocar a diferentes distancias.
Es común que las personas con presbicia bajen sus gafas por la nariz para enfocar, especialmente cuando necesitan ver a distintas distancias. Para estos casos, se recomiendan anteojos tipo lapiceros.
Es fundamental mencionar que las lentes de lectura deben ser medidas por un oftalmólogo y tienen un componente subjetivo basado en las distancias que cada paciente utiliza para tareas como mirar la pantalla de una computadora o leer un libro. Estos detalles son importantes para la prescripción.
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