Anteojos con filtro UV
A nivel global, en los últimos años se ha prestado una atención creciente a los anteojos con protección UV, particularmente los que cuentan con una protección UV400, tanto para el sol como para uso recetado. Este enfoque se debe a la mayor conciencia que las personas están adquiriendo en relación con el daño que pueden causarles las radiaciones ultravioletas a su visión. Numerosas empresas dedicadas a la fabricación de lentes oftálmicos han invertido en investigación y desarrollo para ofrecer en sus productos la protección adecuada contra estas radiaciones, proporcionando soluciones tanto en lentes multifocales como en lentes monofocales.
¿Qué son las radiaciones ultravioletas?
Las radiaciones ultravioletas, o radiaciones UV, son emitidas no solo por la luz solar, sino también por fuentes de iluminación artificial. Estas radiaciones se encuentran en el rango de longitudes de onda que va aproximadamente desde 100 hasta 400 nanómetros (nm) en el espectro electromagnético.
La exposición continua de nuestros ojos a este tipo de radiaciones puede llevar a que sean absorbidas por la córnea, el cristalino y la retina, lo que, con el tiempo, puede causar enfermedades oculares como queratitis, cataratas, degeneración macular, pterigión, entre otras. Más adelante, en futuras publicaciones, abordaremos en detalle estas afecciones visuales.
¿Cómo podemos protegernos? Gafas con protección UV400
La forma más efectiva de protegernos es utilizando gafas con protección UV400 (también conocido como filtro UV400), ya que esta designación garantiza que los rayos UV no pasen a través de las lentes, proporcionando una sólida defensa contra futuras enfermedades oculares, como las mencionadas anteriormente.
Es importante destacar que la protección UV no está limitada a las gafas de sol; también es relevante en las gafas con prescripción médica y puede ser medida mediante equipos especializados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que todos los anteojos tengan una protección UV de al menos 380, aunque en la actualidad estamos presenciando un cambio en esta recomendación, con un énfasis en que todos los anteojos amplíen su cobertura hasta abarcar por completo los rayos UVA, pasando por los UVB, que son los más dañinos.
¿Qué son los rayos UVB?
- Los rayos UVB tienen una longitud de onda que oscila entre 280 y 315 nm.
- Estos rayos, en combinación con los UVA, pueden causar daño a las proteínas que componen la córnea, el cristalino y la retina, lo que deriva en enfermedades oculares.
¿Y qué hay de los rayos UVA?
- Los rayos UVA tienen una longitud de onda que varía de 315 a 400 nm.
- Representan el 95% de la energía solar y tienen un impacto significativo en la salud ocular.
- Los rayos UVA pueden agravar las afecciones oculares originadas por los rayos UVB.
Las lentes etiquetadas como «lentes UV» brindan protección tanto contra los rayos UVA como contra los UVB, contribuyendo a prevenir futuras afecciones oculares.
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